Cuando hablamos sobre los lugares que obligadamente hay que ver en Cracovia, hay dos sitios icónicos de la ciudad que vale muchísimo la pena ir a visitar: hablamos de Puerta Florián y Barbacana.
La primera, a la que nos referiremos específicamente como la Puerta de San Florián, solía ser una de las entradas principales a la ciudad durante la Edad Media y prevalece como uno de los escasos vestigios de dicha época hasta la actualidad. Se halla enfrente de la fortaleza de la Barbacana, una impresionante construcción a la que en el pasado estuvo anexada y la cual complementaba las murallas de defensa de la urbe.
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Historia
El origen de la Puerta de San Florián o la Puerta de Florian en Cracovia se remonta al siglo XIII. En aquel entonces, Cracovia era una ciudad de menor tamaño, resguardada de los invasores por una gran muralla. Fue construida con piedra y ladrillo. Se añadió una coronación con metal al estilo barroco, estética predominante en la época.
La construcción tiene una altura de más de 30 metros y ostenta un bajorrelieve del Águila de los Piastas sobre la fachada exterior, que fue obra del escultor Zygmunt Langman. En su fachada interior encontramos un segundo bajorrelieve que representa al legendario San Florián.
A los lados del monumento todavía se conserva parte del amurallado que conecta con dos torres. Se sabe que estas murallas fueron derrumbadas en el siglo XVIII; para entonces el poblado había crecido tanto, que era imposible seguir conteniendo a la población tras las paredes. Hoy en día esta zona se ha dado a conocer como la Ciudad Vieja.
Como dato curioso, a la edificación se la llamaba también la Puerta de la Gloria.
Por su parte, la Barbacana no fue construida sino hasta el siglo XV, estando en un principio unida a la parte posterior de la Puerta de San Florián.
Fue levantada de manera circular usando esencialmente ladrillos, contaba con siete torres de vigilancia y 130 saetearas que disparaban flechas hacia los extranjeros que llegaban con la intención de invadir. Además, estaba rodeada por un enorme foso.
La entrada de San Florián custodiaba también el acceso al Camino Real de Cracovia, por el cual los reyes eran conducidos hasta la catedral de Wawel para ser coronados y, más tarde, hacia el castillo local. Actualmente este sendero se ha convertido en la calle Florianska, una avenida de gran importancia en el casco histórico.
Otras amenidades turísticas de la Puerta Florián, incluyen la agradable terraza que se ha instalado al final de una pequeña escalinata, por un lado de la construcción. Este rincón es ideal para tomar fotos y disfrutar de una vista preciosa. También está el modesto mercado artesanal que se ha instalado en el área interna del amurallado, poniendo a la venta pinturas, esculturas y otros objetos que podrían llamar tu atención como souvenirs.
Sin duda alguna, estos dos monumentos conforman un legado que es imprescindible ver en Cracovia.
¿Dónde se ubica?
La Puerta de San Florián se halla en Florianska 31, muy cerca de la célebre Plaza del Mercado. De hecho, es posible llegar hasta a esta última en tan solo cinco minutos recorriendo la calle.
La avenida en sí es otra gran atracción turística, puesto que está repleta de restaurantes, bares, cafeterías y tiendas, siendo la tercera más costosa en el país.
Horario
No hay horarios para visitar este símbolo de Cracovia. Ya que se trata de un monumento público, puedes acudir a cualquier hora del día
Precio
Ir a ver la Puerta de San Florián es absolutamente gratis. Tomarte una foto frente a ella es una acción indispensable para recordar tu paso por la bella Cracovia.